lunes, 1 de febrero de 2010

Los viejos amores que no están,
la ilusión de los que perdieron,
todas las promesas que se van,
y los que en cualquier guerra se cayeron.
Todo está guardado en la memoria,
sueño de la vida y de la historia.
El engaño y la complicidad,
de los genocidas que están sueltos,
el indulto y el punto final,
a las bestias de aquel infierno.
Todo está guardado
en la memoria,
sueño de la vida y de la historia.
La memoria despierta para herir,
a los pueblos dormidos,
que no la dejan vivir,
libre como el viento.
Los desaparecidos que se buscan,
con el color de sus nacimientos,
el hambre y la abundancia que se juntan,
el mal trato con su mal recuerdo.
Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.
Dos mil comerían por un año,
con lo que cuesta un minuto militar,
cuántos dejarían de ser esclavos,
por el precio de una bomba al mar.
Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.
La memoria pincha hasta sangrar,
a los pueblos que la amarran,
y no la dejan andar,
libre como el viento.
La memoria estalla hasta vencer,
a los pueblos que la aplastan,
y que no la dejan ser,
libre como el viento.
La memoria apunta hasta matar,
a los pueblos que la callan,
y no la dejan volar,
libre como el viento.

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